SANTO DOMINGO. La paciencia de los residentes de Las Praderas y El Millón se agota. El Parque Ambiental de la avenida Núñez de Cáceres con Gustavo Mejía Ricart se ha convertido en un centro permanente de escándalo.
El evento musical Rock para todos celebrado el pasado 26 de diciembre rebosó la copa. El concierto contaba con los permisos del Ministerio de Medio Ambiente y el Ayuntamiento del Distrito Nacional, así como el apoyo en la seguridad de la Policía Nacional, según la productora del evento, Leticia Núñez. Eso no evitó que la actividad martillara los oídos de los residentes por más de diez horas, según los habitantes de la zona, quienes se quejan de "la falta de criterio" que tienen las autoridades para otorgar permisos.
DL obtuvo copias de los documentos legales. La autorización de Medio Ambiente limitó el sonido a 60 decibeles máximo en el día y 55 en la noche. La medida, de acuerdo con una fuente del Ministerio de Medio Ambiente, cumple los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estipulan que a ese nivel "no se produce contaminación ambiental". Sin embargo, esas estimaciones no prevén la convivencia en el entorno de seres humanos.
De igual forma, la Dirección de Animación Urbana del ADN otorgó un permiso de uso del anfiteatro del parque desde la 7:30 de la noche hasta la medianoche; no obstante los organizadores de la producción admiten que concluyeron después de la 1:30 de la mañana y los vecinos aseguran que pasó de las cuatro de la madrugada. De cualquier modo, fue una actividad rockera de más de seis horas de duración.
Maricela Acevedo de Thomen, residente en la calle Interior A, cuenta que el Parque Ambiental construido en la citada esquina pasó de ser una solución al problema de las aguas residuales y pluviales, para convertirse una fuente permanente de contaminación sónica, sólida y arrabalización. Acusa, al igual que los vecinos entrevistados, a las autoridades por los niveles de deterioro en su calidad de vida. Eso es un ruido permanente, mis hijos viven fuera y es una pena que no puedan venir a casa de su mamá a descansar, lamentó la señora. DL pudo constatar que algunas de las casas están en venta, la razón, según los vecinos es el escándalo.
Invivible
Otto Grullón, del residencial Las Lauras , expresó que las autoridades no tienen control". "Todos los días de lunes a domingo después de las diez de la noche llegan unos tigueres con su musicón y eso es invivible. Jorge Perdomo afirmó que los grupos de personas "orinan, ocupan parqueos y botan basura en espacio del residencial y además se tornan agresivos si les enfrentan.
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El Parque Ambiental Del Ruido" En La Núñez