Es un buen gesto del diputado Juan Hubiere devolver 430 mil pesos que graciosamente distribuye la presidencia de la Cámara de Diputados entre sus miembros supuestamente para obras sociales entre sus parciales.
Aunque muchos lo colifican como un gesto histriónico, creo que el mismo es loable porque el dinero reintegrado al fisco no le corresponde a Hubiere, ni a ninguno de sus compañeros de la Cámara Baja, sino a su legítimo propietario: el pueblo dominicano.
La entrega de 78.6 millones de pesos a los miembros de la Cámara de Diputados para labores clientelistas, disfrazadas de asistencia social, entre sus seguidores, es una práctica que habla del despilfarro que con se manejan los fondos públicos en algunas áreas del Estado.
La entrega de 430 mil pesos en bonos es un privilegio para unos empleados públicos, que muchas veces hacen leyes que no se cumplen como es la que asigna el 4% del Producto Interno Bruto al Ministerio de Educación.
Los diputados cuentan con un rosario de privilegios que incluyen 35 mil pesos para gastos de representación, 45 mil pesos para dieta, un fondo social de 50 mil pesos. En total suman 392 mil pesos cada mes. El salario mensual es de 175 mil pesos. Todo ello se corona con una pensión de por vida al momento de terminar su período.
Otro “bojote” de pesos del pueblo reciben, todos los meses, los senadores de la República con el Fondo de Gestión Social o “barrilito”, consistente en un peso por cada elector, que tenga la provincia que representan, dizque para obras sociales.
Me atrevo sugerir a Hubiere, con el que pocas veces he coincidido, que su próximo paso sea elaborar un proyecto para eliminar por ley esos privilegios, por demás irritantes.
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Un Gesto Loable De Juan Hubiere... Gracias